INMOVILIZACIÓN Y TRANSPORTE,CAMILLAS,INMOVILIZA DORES DE CUELLO,QUE ES Y COMO SE REALIZA
INMOVILIZACIÓN
Es la forma correcta
de asegurar el paciente a la camilla, para fijar los miembros superiores e
inferiores en caso de traumatismos o accidentes.
TRANSPORTE
Es el conjunto de
medios y métodos que se utilizan para trasladar a las víctimas de un accidente
desde el lugar de los hechos hasta un sitio más seguro y/ó un centro
asistencial.
CAMILLAS
TABLA RÍGIDA ESPINAL
CAMILLA MADERA ADULTO
Camilla rígida en
madera, utilizada para inmovilización y traslado de pacientes en casos de
evacuación, rescate y primeros auxilios. Perforaciones especiales para alojar
las correas sujetadoras del inmovilizador de cabeza.
CAMILLA PLÁSTICA TIPO
MILLER
Camilla elaborada en PEHD (polietileno de alto
impacto), superficie apta para una limpieza a profundidad en caso de
desinfección y asepsia. Especial para uso en evacuaciones de lugares húmedos,
confinados y a desnivel.
Para el transporte de
un herido en una camilla hay que tener en cuenta las siguientes normas:
- Llevar la camilla al lugar en que se encuentra el accidentado, y no al revés
- Colocar al herido en la camilla con sumo cuidado, respetando siempre el bloque cabeza-cuello-tronco-piernas:
- Poner la camilla sobre el suelo. Levantar a la víctima hasta colocarla sobre ella lo más suavemente posible; se puede utilizar el «método del puente»
- Sujetarle para evitar que se caiga. Debe sujetarse al herido con correas o cintas, pues cualquier movimiento brusco puede caerse de la camilla, lo mismo si está inconsciente como si no lo está, y en este caso los propios movimientos del herido pueden hacer que se caiga.
- Levantar la camilla con cuidado. Para el transporte del herido los dos camilleros deberán colocarse de rodillas en cada extremo de la camilla. A la voz del situado en la parte posterior se pondrán ambos en pie. Durante la marcha los camilleros deberán ir con el paso cambiado y manteniendo la camilla siempre horizontal.
INMOVILIZADORES DE
CUELLO
Estos elementos se
utilizan preventivamente en todos los pacientes que presentan una lesión (ya
sea contusa o penetrante) que nos haga sospechar sobre un compromiso de la
estabilidad de la columna cervical. Es más que importante aclarar que el collar
cervical (CC) sólo restringe en un 90% los movimientos de flexión-extensión, no
inmovilizando por sí mismo en forma completa la cabeza de la víctima, quedando
la columna cervical completamente vulnerable a movimientos rotatorios o
movimientos laterales. Únicamente provee una correcta restricción de los
movimientos de la cabeza cuando se utiliza en conjunto con inmovilizadores
laterales correctamente ajustados.
Existen dos tipos de
inmovilizadores de cuello:
BI-VALVA: Este tipo de
collar cervical brinda soporte cervical con refuerzos anterior y posterior de
termoplástico. Generalmente están confeccionados en goma EVA u otro material
que pueda ser luego desinfectado fácilmente, sin afectar al material ni su
color.
En condiciones de baja
visibilidad, debe tenerse especial cuidado de no colocar la valva posterior en
el mentón de la víctima y la anterior en la zona occipital, ya que no se
lograría una inmovilización adecuada.
UNI-VALVA: Son los
llamados “de rescate” o “planos”, consistentes en una sola unidad flexible
(generalmente de polietileno de alta-densidad), que permite su almacenamiento
en forma plana, ahorrando así espacio. Estos dispositivos son más nuevos que
los antiguos collares Bi-Valva tipo Filadelfia (Philly) y los últimos modelos
permiten regular el tamaño y adaptarlo a distintos tipos de paciente en base a
sus características anatómicas.
COMO SE DEBE UTILIZAR
EL INMOVILIZADOR DE CUELLO
Técnica:
- Realice una valoración inicial ABC para descartar lesiones vitales o signos con expresión en el cuello que no puedan ser valorados tras colocar el collarín: lesiones traqueales, desviaciones de la tráquea, enfisema subcutáneo, ingurgitación yugular, ausencia de pulso carotídeo, heridas, hematomas en cuello.
- Coloque la columna cervical en posición neutral, salvo en los casos en que se produzca dolor, bloqueos o déficit neurológicos en la movilización a esta posición, donde no será posible la colocación del collarín.
- Elija el tamaño del collarín adecuado.
- Ayúdese con otro rescatador que sujetará, firmemente la cabeza, apoyándose en los resaltes óseos.
- Retire el pelo, la ropa o adornos que puedan interferir en la colocación del collarín.
- Tape las heridas del cuello con cobertura aséptica, previamente, a la colocación del collarín.
- Fije el collarín con las sujeciones intentando no comprimir en exceso el cuello del paciente.
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